Estimula en los niños el amor a la naturaleza
Es muy importante que, desde pequeños, estimulemos el amor de los niños por la naturaleza para que aprendan a amar y apreciar el mundo natural y a actuar en correspondencia con estos sentimientos, contribuyendo a su cuidado y preservación.
Nosotros, los padres, debemos ser conscientes de la necesidad de transmitir a los niños estos consejos de educación medioambiental, sin olvidar que nuestro ejemplo es la mejor herramienta para los pequeños.
Cómo fomentar el amor de los niños por la naturaleza
1-Familiarice al niño con las cosas naturales que hay en su entorno: plantas, pájaros, insectos, arboles, flores, etc. en un entorno natural cercano al domicilio. Procura que el niño tome conciencia del parque como un lugar agradable para disfrutar y donde conviven plantas, animales, árboles, etc.
2-Al volver a casa, puede sensibilizar al niño -mediante una comparativa- por las cuestiones medioambientales respecto a la contaminación de su entorno próximo: los ruidos, los humos, los olores, la suciedad de las calles y del agua etc.
3-Proporciónale experiencias a través de las cuales él pueda comprender la transformación de la naturaleza por la influencia de los cambios del clima y los fenómenos naturales como la lluvia o la sequía (mojado-seco), frío-calor, etc.
4-Valore el trabajo de las personas que se encargan de cuidar la ciudad: basureros, barrenderos, jardineros, etc., y reflexione con tu hijo sobre lo que ocurriría si esas profesiones no existiesen.
5-Ayúdale a conocer las plantas y flores: sus partes externas, los cuidados que necesitan, lo que nos proporcionan, las clases y nombres, etc. Que él descubra cómo nacen y crecen, que necesitan respirar y alimentarse para crecer como nosotros, etc. También puedes incentivar al niño a que plante semillas y cuide del crecimiento de la planta comprobando la necesidad de la luz del sol y el agua, para que crezca.
6-Acerca a tu hijo al mundo animal. Que él que conozca y comprenda la forma de vida, las necesidades, los cuidados que debemos tener con los pájaros, perros, gatos, hormigas, caracoles, etc. y cómo quererles y respetarlos.
7- Visitar, al menos una vez al año, junto con sus hijos los museos de ciencias naturales. No es excusa que esta visita la realice con el colegio, debe hacerla también acompañado de sus padres. Al llegar a casa, comenten acerca de lo que han visto, que el niño comparta sus impresiones y realice dibujos sobre lo que más le ha impresionado.
8-Podéis ver juntos los programas en la televisión y/o documentales en vídeos sobre la naturaleza y los fenómenos naturales (animales, plantas, volcanes, huracanes, etc.).
9-Fomentar el cariño hacia la naturaleza también es alertar sobre las precauciones que se debe tomar para evitar picaduras de avispas, arañas u otros animalitos. No fomente el miedo, se trata de que conozca y ame la Naturaleza, sin correr riesgos.
10- Se debe entender la educación ambiental como educación en valores y convivencia. Un niño cuidará del medio ambiente si se cuida a si mismo. Difícilmente respetará el medio ambiente sino se respeta a sí mismo y a los demás.
Para los niños, la naturaleza es parque de atracciones, excelente medicina y aula de aprendizaje.El contacto con ella mejora la salud, la capacidad de atención, el desarrollo motor y cognitivo, la autonomía, la seguridad, la adquisición de valores...
Más despiertos: El contacto con
la naturaleza incide directamente en el movimiento, y la neurociencia ha
demostrado que este tiene repercusión en el número de conexiones neuronales y
favorece una organización cerebral rica y variada, una mayor plasticidad, de
modo que favorece el desarrollo intelectual y el aprendizaje cognitivo.Caerse,
levantarse, ejercitar los músculos y los sentidos, ponerse a prueba, coger
insectos, plantar semillas, son estímulos para el cerebro y también para las
emociones.
Más equilibrados: El contacto con la naturaleza mejora las habilidades motrices de los niños.
La empatía y el respeto: Mediante el contacto con los animales y las plantas, o la serenidad y la calma que exigen la observación y la contemplación; se desarrollan muchas habilidades de forma fácil y natural.
Más allá de todos los beneficios sobre la salud, las capacidades intelectuales y el equilibrio emocional que pueda suponer que los niños estén en contacto con la naturaleza de forma espontánea, si se aprovecha ese contacto en contextos educativos –aulas de naturaleza, granjas escuela, etcétera– los espacios naturales se convierten en un gran recurso pedagógico para educar la percepción de los pequeños y hacer que los niños aprendan a discriminar, a categorizar y a ordenar la información, a establecer vínculos afectivos con la naturaleza y los seres vivos y a desarrollar sentimientos de respeto y de protección del medio ambiente.
A CONTINUACIÓN TE COMPARTO UN VÍDEO MUY INTERESANTE!!!
Excelente trabajo 👏
ResponderEliminarMe pareceextraordinario tema ya que es esencial que estimulemos al niño en toad las areas, tanto al amor por la Naturaleza.
ResponderEliminarExcelente información 💖
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